Skip to main content
Rate this post

Castellana 81, un edificio que vela por el bienestar humano, un edificio construido solamente con herramientas propias del siglo XX, presenta la revolución a la que aspiramos en el siglo XXI. Diseñado por Sáenz de Oiza, el edificio ha logrado conseguir el famoso sello WELL: el sello del bienestar humano.

Conozcamos Castellana 81

Distinto a lo que podría pensarse originalmente, el edificio no se trata de una pequeña estructura que está probando las nuevas tecnologías para ver si podemos llegar a una mejor calidad de vida. Todo lo contrario. Castellana 81 es un edificio de un total de 33 alturas y 107 metros.

En el año 2014, el grupo inmobiliario GMP ha dado inicio a la rehabilitación de la torre que funcionaba como sede del BBVA. Entonces, la consultora Arup propuso un reto adicional. Se trataba de la búsqueda por obtener la certificación WWLL Building Standard. Esta certificación constituye el marchamo internacional más prestigioso del campo de la arquitectura, tanto en la salud como en el bienestar de la población.

Aunque parecía un reto prácticamente imposible de afrontar, lo lograron. Castellana 81 ha logrado sumar ese gran trofeo a otra certificación que es equivalente en sostenibilidad y en eficiencia energética, LEED Platino.

Otro dato llamativo acerca de Castellana 81 tiene que ver con que es el único edificio de España que cuenta con el sello WELL. En el resto del continente europeo existen otros edificios, pero todos con construcción nueva y sin protección patrimonial, como sí tiene Castellana 81.

TE PODRÍA INTERESAR  Las lámparas más originales para tu mesilla de noche

Un edificio que vela por el bienestar humano, castellana 81

Un cambio sin precedentes

Como decíamos con anterioridad, Castellana 81 no es el único edificio en Europa con esa certificación. Pero sí es el único edificio que ha sido remodelado para crear nuevas condiciones de bienestar y calidad de vida para las personas. El edificio que hoy ha sido denominado como “Castellana 81” es una torre de 1978. En ese entonces, las personas en general no tenían miedo a la contaminación o al tabaco. El proyecto de Sáenz cumple con todos los requisitos de WELL y LEED, pudiendo combinar la historia con el desarrollo del siglo XXI.

Algunas características claves de este edificio merecen ser destacadas. Casi todos los puestos de trabajo generados en su interior cuentan con vista externa, dejando de lado el hormigón gris que genera condiciones depresivas para los trabajadores. Además, se optó por un aislamiento acústico exterior, por lo que el tráfico de la calle puede verse, pero no puede escucharse. Y, además, se incorporó un diseño climático en las fachadas, vidrios con filtro para el sol y climatización zonal, por lo que cada usuario puede elegir la temperatura que quiere tener.

Un edificio que vela por el bienestar humano, castellana 81